¡Que no panda el cúnico!

¿Es un pájaro?¿Es un avión? No, ¡son las alarmas de Foundever! Recientemente hemos vivido una situación surrealista. Alarmas sonando sin ton ni son y ningún responsable disponible.
Reina el caos, se desaloja una planta mientras en la otra se mantiene al personal en sus puestos. Compañeros y compañeras preocupados, sin saber qué ocurre. Nadie sabe qué pasa, si hay algún peligro
en el edificio.
Sin técnico de prevención de riesgos, ni ningún otro responsable en materia de seguridad disponible,
llegamos al punto en que la única información que se nos ofrece viene por parte del portero del edificio. Nadie se encarga de informar al personal de que no existe un peligro real, más allá de un mensajito en el chat interno.
¿A dónde vamos a llegar? ¿Qué hubiese pasado en una emergencia real? Pues según Foundever, la
actuación fue correcta.
Recordemos que en el plan de emergencia facilitado por la empresa figura lo siguiente:
SUENA ALARMA: Estaremos preparados esperando las indicaciones del personal de emergencias
(coordinadores, supervisores…) de si hay que evacuar, o si es más seguro quedarse, según las indicaciones que les hayan dado el jefe de emergencias del centro de trabajo y/o personal de seguridad, del
tipo de emergencia. Ante la inexistencia de lo anterior, y la permanencia del sónico de la alarma, evacuaremos.
La única explicación de Foundever es que el técnico de prevención de riesgos había acabado su jornada.
¿Cómo se puede dejar a una plantilla de 2000 trabajadores sin ningún responsable a partir de las seis
de la tarde?
Desde CGT hemos exigido a Foundever una revisión y mejora del plan de emergencia, así como que se
depuren responsabilidades. Aunque como dice el refrán no se le pueden pedir peras al olmo.